Para conocer más detalles sobre estos programas turísticos click aquí >>
LITORAL “LA TIERRA DE LOS GRANDES RÍOS”
Es la región de los grandes ríos, de los humedales, de la tierra roja y de la selva virgen cubierta de árboles gigantes, con flora y fauna extraordinarias. Aguas grandes -Iguazú en lengua guaraní- que la naturaleza desborda estrepitosamente en una de las maravillas del mundo: las Cataratas del Iguazú.
Todo un escenario de belleza exuberante que se extiende por el Parque Nacional Iguazú, los Saltos del Moconá, el Parque Nacional Río Pilcomayo, el Parque Nacional El Palmar, los Esteros del Iberá, la planicie santafesina o la llanura chaqueña. Apoteosis de la naturaleza, donde las ruinas jesuíticas misioneras, declaradas por la UNESCO Patrimonio Mundial Cultural, son el vivo testimonio de la fecunda obra de la Compañía de Jesús.
NORTE “EL REFUGIO DE LAS TRADICIONES Y EL ARTE PRECOLOMBINO”
Las provincias del Norte exhiben entremezclados vestigios precolombinos, ruinas de fortalezas y poblados indígenas y construcciones de la Conquista y de la Colonización.
El tiempo parece haberse detenido en el altiplano de la Puna; tierra surcada de serranías, desfiladeros y quebradas. Los pueblos fueron establecidos en las hondonadas de la tierra. Los rodean cerros, a veces multicolores a veces monocromáticos, con laderas cubiertas de grandes cactus. Esta región permite el encuentro con un paisaje pleno de contrastes, desde las altas cumbres hasta la llanura, con salares y selvas subtropicales, en el que echó sus raíces la cultura latinoamericana.
CUYO “DONDE NACE EL VINO Y VIVE EL SOL”
Cuyo -“país de los desiertos” en lengua indígena- es la región de las altas cumbres, los volcanes nevados y las vastas travesías que se extienden desde los Andes y las serranías precordilleranas hasta la llanura esteparia, donde flamencos rosados, patos cordilleranos, vicuñas y guanacos conviven libremente en parques y reservas naturales, bajo el sigiloso vuelo de los cóndores.
Un verdadero viaje a la era de los dinosaurios es la visita al Parque Provincial Ischigualasto y al Parque Nacional Sierra de las Quijadas. Ischigualasto, también llamado “Valle de la Luna” por las sorprendentes formas y colores de su paisaje tallado por la erosión, es uno de los yacimientos paleontológicos más importantes del mundo. La ruta se completa con el último hallazgo en Malargüe, al sur de Mendoza, el Parque Paleontológico Municipal “Huellas de Dinosaurios”, que se suma al legado geológico y paleontológico de Cuyo.
La región muestra a los Andes centrales en todo su esplendor: el cerro Aconcagua (6.960,8 m), la máxima altura del hemisferio occidental. Un frío manto blanco cubre las increíbles pendientes cordilleranas que disfrutan esquiadores de todas las latitudes.
En los valles de Mendoza y San Juan, entre hojas de parra, fincas y bodegas, se puede seguir la ruta del vino, un elixir que ha logrado el reconocimiento internacional.
CÓRDOBA “CORAZÓN DEL PAÍS”
Cultural y turística, tradicional y moderna, industrial y artesanal, Córdoba es uno de los centros económicos más importantes del país. Un relieve de serranías y un clima benigno caracterizan a la provincia de Córdoba, donde se alternan paisajes naturales y monumentos arquitectónicos coloniales. Pueblos, reliquias históricas y pinturas rupestres, se combinan en un paisaje amable de valles, altas pampas y quebradas.
Hacia el noroeste de la llanura pampeana, surgen las sierras de Córdoba, pertenecientes al sistema “Sierras Pampeanas”, que alcanzan los 2.790 metros de altura en el cerro Champaquí. Sus valles fértiles, sus desiertos y salinas otorgan al conjunto una especial atracción.
Dispersas siguiendo el camino hacia el norte, van apareciendo las capillas y estancias -del siglo XVII y XVIII- construcciones muchas de ellas legadas por los jesuitas.
BUENOS AIRES “LA PUERTA GRANDE Y LOS DOMINIOS DEL GAUCHO”
Buenos Aires es una de las ciudades más grandes del mundo, una megalópolis que con los suburbios supera los once millones de habitantes. Es también la más elegante y activa de América del Sur, y la que mejor resume la variada y heterogénea esencia de lo argentino. De moderna estructura y dinámica actividad, ha sabido conservar viejas tradiciones y rincones entrañables. Fascina al visitante por su ambiente, la diferente personalidad de cada uno de sus barrios, la cordialidad de su gente y el amplio abanico de sus ofertas culturales y comerciales.
Buenos Aires, rodeada de la espléndida naturaleza argentina, es la gran puerta cosmopolita de Sudamérica. El campo y sus tradiciones, el sol y el mar, el sosiego y la aventura, el delta y sus misterios, a todo invita la provincia de Buenos Aires.
Estancias de variada arquitectura, donde se respiran historia y costumbres criollas, en plena llanura pampeana con la magia de un vasto espacio de lejanos horizontes. Kilómetros de arena que acaricia el Atlántico, médanos interminables, playas solitarias y de las otras, noches sofisticadas y movidas. Placidez de greens, vértigo de parapente y aventura del trekking, todo cabe en las serranías de Tandil y en Sierra de la Ventana, distantes y diferentes de la desembocadura del Paraná, donde un sinfín de islas también incitan a quietud y andanzas insospechadas.
PATAGONIA “ENTRE LOS ANDES Y EL ATLÁNTICO, LA MÍTICA PATAGONIA”
La cordillera de los Andes exhibe su grandeza en las provincias patagónicas. Bosques milenarios y silenciosos con especies vegetales autóctonas se extienden hacia las orillas de los espejos de agua. En las cumbres de las montañas, la naturaleza se desborda en picos de granito y campos de hielo que derraman sus lenguas glaciares en lagos de belleza inigualable. Manifestaciones pictóricas que sobrevivieron en los aleros de la Cueva de las Manos por casi 10.000 años, encarnan la más antigua expresión de los pueblos sudamericanos.
Imponentes mamíferos y aves marinas viven algunas temporadas en las agrestes costas patagónicas donde cumplen parte de su ciclo vital. Colonias de lobos marinos juegan y descansan en islotes y restingas. Los elefantes marinos del sur tienen en Península Valdés el más importante apostadero continental del mundo.
Los golfos Nuevo y San José, separados por el istmo Carlos Ameghino, son escenario del arribo de la ballena franca austral que acude puntualmente para dar a luz a sus crías y procrearse.
Maras, ñandúes y guanacos corren por la estepa y en Punta Tombo anida la mayor colonia de pingüinos magallánicos del planeta. La atónita mirada del visitante contempla esta cadencia que se repite desde tiempos inmemoriales.
Y al sur, la Tierra del Fuego y la ciudad más austral del mundo, Ushuaia, una puerta abierta hacia la inmensa soledad de la misteriosa Antártida.
Centro de Convenciones de la Universidad Católica Argentina Av. Alicia M. de Justo 1600, C1107AAZ, Ciudad de Buenos Aires
Salón principal: Juan Pablo II
Los diversos e impactantes atractivos permiten a argentinos y extranjeros disfrutar de la intensidad y extensión del territorio, compartiendo con la gente del lugar sus costumbres y paisajes.